Voy rapidito. Antes, cuando tenía donde publicar, cada final de año hacía un resumen con las mejores imágenes eróticas a modo de regalo morry christmas. Había pensado para estas navidades hacer un listado de sugerencias mirando al 2019: que si un libro, que si una canción, que si aparato tecnológico, que si un juguete sexual, que si un tertuliano… de todo. Pero no. No estoy capacitado. Como la realidad se mueve entre el asco y el aburrimiento, todas estas sugerencias (deseos) son para que echéis un buen rato:
ARQUITECTURA ERÓTICA. Giulia Marsico (alias Scientwehst) tiene 27 años, reside en EEUU y ha sabido vencer de forma inteligente a la censura de las redes sociales. En su perfil artístico de Instagram utiliza la arquitectura y los cuerpos desnudos de mujeres para montar fascinantes collage digitales que otorgan monumentalidad vigorosa a unas tetas, un culo o una entrepierna. El Big brother no quiere que miremos y Giulia logra que lo hagamos de otra forma. Si un día visita Madrid, me encantaría enseñarle la Puerta de Alcalá: donde la mayoría ve tres arcos, ella es capaz de encontrar los cuerpos .voluminosos de las tres Gracias de Rubens. Subvertir la mirada, sobre todo la masculina, enfurecer a los que se ofenden con un cuerpo desnudo y participar en el debate sobre la educación sexual, la represión y la desigualdad de género son sus señas de identidad. Se siente «descaradamente femenina» y más de cien mil seguidores disfrutan con su Instagram. «Para mí la belleza es una siesta al mediodía después de haber estado en la playa toda la mañana besada por el sol con el cabello lavado con sal». Lo normal. Aquí os dejo el último reportaje que le han dedicado.
SUPERWRONG MAGAZINE. Hay cientos de plataformas artísticas en las redes sociales que recogen el trabajo de frikis desperdigados por todo el planeta. Una de las más curiosas es esta francesa creada en julio de 2017 que difunde arte pop incorrecto. Os dejo el vídeo de un artista que usa un bastoncillo de las orejas a modo de pincel y un parabrisas guarro como el mejor de los lienzos.
BARBIE Y KEN +18. Soy fan de este tipo de Houston con nombre de zapatillas de los 80s. Tras estudiar cine en Texas y fijar su residencia en Los Ángeles, The Johnny Smith se hizo bromista viral grabando vídeos con los gritos de susto de una compañera de trabajo en un almacén de comestibles. Me interesan mucho más los collage y su colección de escenas subiditas de tono protagonizadas por Barbie y Ken. En su Instagram tenéis de todo.

EL COLETA. He prometido que este año voy a dejar un poco de lado el rollito indie en lo musical. Voy a hacer más caso a los barrios periféricos de mi ciudad, de Madrid, donde salir de aperitivo es más barato, hay menos capullo intelectual y la barra de pan no es de masa madre. A El Coleta lo conocí cuando actuó de telonero de los Novedades Carminha. Su chaqueta de chándal me dejó tocado y las letras de su quinqui rap mucho más. Las barriadas tienen un sonido especial (él es de Moratalaz), así que cogeré mi moto luciente y crearé la ruta del botijo extrarradio.
PINCHAGLOBOS NORUEGO. Para relajarme suelo acudir a los vídeos japoneses de Pitágora Souchi, un programa infantil que utiliza estructuras de reacción en cadena construidas con todo tipo de objetos, que parecen sencillas y que son más complicadas que la resolución del (fucking) procés. Pues bien, una amiga me sugirió hace poco que viese el trabajo del artista noruego Jan Hakon Erichsen. Él dice que en sus obras trabaja la ira, la frustración y el miedo, pero lo estimulante es ver cómo se entretiene el tipo. Lo que daría yo por disponer de más tiempo y un lugar diáfano.
UTOPÍA SENSUAL. Sé que algunos marcaríais como tendencia sexual para 2019 el shibari japonés (esa performance donde acabas en pelotas y amarrado a cuerdas en una postura arriesgada) o el dildo anal acabado en brillante. Pues no, hay que relajarse con lo sublime. El artista californiano Alphachanneling se ha inventado un mundo donde la exaltación de lo erótico se hace con trazos de lápiz azul y rojo. Una visión psicodélica del placer que me ha hecho tilín. Es curioso que el sexo y el arte tengan su máxima expresión actual en una red como Instagram, donde el fantasma de la censura acecha con cada click.
Hala pues, que el año 2019 nos traiga buenas nuevas. Que la música nos arrope, que nos convirtamos en seres queridos, que las fechas señaladas sirvan para algo y que los masajes craneales los pague el sistema público de salud. Feliz año.
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